El seguro de empresa a revisión.

Algunos conceptos básicos para mantener tu empresa correctamente asegurada.

Hola amig@!!! Espero que estés bien. Hoy me voy a ocupar de uno de los ramos más populares de nuestro catálogo asegurador. LAS PYMES.

Si tenemos en cuenta que el 80% del tejido industrial de nuestro país son PYMES, creo que es más que necesario hacer una revisión para resaltar aquellos aspectos en los que, por mi experiencia, deben mejorar desde el punto de vista del seguro.

Si partimos de la base de que el seguro de empresa se contrata normalmente con la ayuda de un profesional, es lógico pensar que todo está correcto y nos quedamos tranquilos. Pero los responsables de las empresas delegan esta tarea preferentemente en profesionales con los que tienen ciertos lazos de amistad o familiares, a los que avisan solo cuando ocurre el siniestro. Hasta la ocurrencia de un siniestro, lo mas habitual es que la póliza no se haya revisado ni una sola vez.

En mi día a día visitando empresas, la frase que mas suena es «lo tengo todo contratado con mi cuñado, que es corredor de seguros».

Hay otra frase muy buena: «Tendría que buscarlo, no tengo ni idea de donde tengo el seguro»

Pero hay otra que es devastadora: «Hace tiempo que me quité el seguro, pues a la hora de la verdad ninguna compañía cumple, son todas unas ladr***s»

¿Te suena?

No vamos a entrar en los casos en los que el seguro está mediado por una entidad financiera como requisito previo a la obtención de un préstamo, pues este caso merecería un artículo dedicado.

Todas estas situaciones están perjudicando tu negocio. Por supuesto que hay casos en los que puedo equivocarme, pero en 26 años de profesión te aseguro que en la gran mayoría de revisiones estoy en lo cierto.

 

Te voy a poner un ejemplo, imagina que tienes un fuerte dolor de muelas y vas al dentista. Una vez en la consulta te pasan a la sala del protésico dental que empieza a trabajar tomándote medidas para construir un molde de tu dentadura. Pero tú estás muerto de dolor y no entiendes qué es lo que está haciendo este señor.

Estás en una clínica dental, si. El sitio es el adecuado, pero el especialista que te está tratando no lo es.

Pues con el seguro de empresa pasa exactamente lo mismo, la persona que te está asesorando es un mediador de seguros, pero no siempre es un especialista en seguros de empresa.

Sinceramente, si una empresa me pide un seguro de responsabilidad medioambiental para la construcción de una tubería que va a instalarse en el fondo del mar, le tendría que remitir a un especialista pues yo no sabría ni por donde empezar. Tenemos que ser humildes y responsables. No podemos ser expertos en todo.

Como he dicho, todas estas situaciones perjudican tu negocio y esto es vital. El seguro es un instrumento de protección que, si no está correctamente contratado, puede producir efectos muy negativos en tu empresa, con pérdidas, a veces irreparables. No lo contrates por amistad a no ser que tu amigo sea un experto reconocido.

Dicho esto, voy a contarte en que te tienes que fijar para evitar estas situaciones y que tu seguro de empresa esté correctamente actualizado. ¿Te has dado cuenta? He dicho actualizado. Efectivamente, porque el seguro de empresa es como un ser vivo, que necesita de cierto mantenimiento para estar actualizado en todo momento. El seguro de empresa no puede dejarse olvidado en un cajón hasta que te ocurra algo.

 

¿Qué tengo que actualizar?

En primer lugar debo tener actualizados mis capitales. Principalmente el capital de Continente y el de Contenido.

Igual que tu empresa evoluciona y se expande, tu seguro debe hacer lo mismo si quieres que, en caso de siniestro, la compañía responda plenamente.

Te pongo un ejemplo:

El propietario de una nave industrial de 1000 m2, asegura un capital de Continente de 700.000 euros. Al contratar el seguro ¿qué le está diciendo a la compañía?

Hola compañía, mediante el pago de la prima, yo te cedo mi riesgo por valor de 700.000 euros. Si la nave se quema, la compañía reconstruirá mi nave y la dejará como si no hubiese pasado nada.

Hasta aquí todo correcto ¿verdad?

Pero 5 años mas tarde, nuestro amigo propietario ve una gran oportunidad, pues la nave colindante está en venta y la compra, aumentando la superficie en otros 1000 m2. Su propiedad ya tiene 2000 m2 en total. Si a consecuencia de un importante incendio la nave se quema, ¿qué piensas que ocurrirá?

Pues que, si su seguro de empresa no está actualizado, sólo habrá capital para reconstruir la mitad de su nave, el resto lo tendrá que poner el propietario de su bolsillo o perder esa parte de la propiedad. Esto ha ocurrido porque su seguro no estaba actualizado, pues debía haber ampliado el capital de Continente a 1.400.000 euros una vez adquirida la nueva nave.

He exagerado el ejemplo para que se comprenda bien el concepto. Yo cedo mi riesgo…

Cuando hablamos de ceder el riesgo, hablamos de ceder el TOTAL de muestro riesgo, no una parte. Este es un concepto que suscita mucha controversia entre los asegurados, pues a veces hay capital suficiente en su seguro y la pérdida no es compensada en su totalidad.

Lo vas a entender con este otro ejemplo:

Un vecino del mismo polígono de nuestro amigo tiene en propiedad una nave de 1000 m2, pero en este caso el capital de Continente que figura en su póliza es de 350.000 euros. La nave industrial, por acabados y calidades de construcción debía estar asegurada en 700.000 euros, como la de nuestro amigo. El incendio se propaga y en este caso sólo se quema la mitad de la nave.

El perito realiza la valoración de nuestro inmueble y determina que el capital preexistente es de 700.000 euros y manda el informe a la compañía.

Cuando el propietario recibe la propuesta de indemnización de la compañía, ésta le dice que le paga 175.000 euros. ¿Te parece correcto?

Es correcto. Construir la mitad de la nave cuesta realmente 350.000 euros, pues la valoración total de la nave es de 700.000 euros. Si se ha quemado la mitad de la nave, el coste de reconstrucción de esta mitad es de 350.000 euros.

El propietario no entiende nada. ¡A ver! Si en mi seguro tengo un capital declarado de 350.000 euros y la reconstrucción de esta mitad de mi nave cuesta la misma cantidad, tengo capital suficiente ¿no?

Y la compañía le pregunta entonces… Y ¿cómo sabe usted que la mitad que se ha quemado es la que estaba asegurada? Usted sólo ha asegurado la mitad de su nave, ha cedido sólo la mitad de su riesgo.

Como el propietario sólo ha cedido la mitad de su riesgo, la compañía liquida la mitad del siniestro. El origen de esta situación es un infraseguro del 50% en el capital de Continente que da origen a la aplicación de la Regla Proporcional.

No tener debidamente actualizado el capital de Continente, ha provocado una pérdida en su empresa de 175.000 euros.

 

Este proceso es de igual aplicación para el capital de Contenido, pero en este caso, a veces se produce la situación inversa y es la compañía la que tiene que compensar al asegurado. Me explico.

Normalmente un edificio no suele depreciarse, o lo hace muy lentamente, pero los elementos que conforman el Contenido de la empresa lo hacen en mayor medida y unos más que otros.

La contabilidad de las empresas contempla este aspecto que van corrigiendo con el paso del tiempo, aplicando un porcentaje de amortización al valor de sus bienes. Por ejemplo, un elemento del mobiliario como puede ser una mesa, va perdiendo valor por el uso cada año, por lo que se le aplica una amortización anual del 10%, presumiendo que este elemento tendrá una vida útil de 10 años. Si hablamos de un ordenador, esta amortización se produce en menor tiempo, por lo que el porcentaje de amortización es mayor.

Por tanto, cuando contratamos nuestro seguro de empresa, en el apartado de Contenido reflejamos el valor que los distintos elementos tienen en ese momento, pero éste va disminuyendo con los años e incluso puede llegar a desaparecer, como ocurre con los ordenadores y periféricos, cuyo valor desaparece prácticamente a los cuatro años por su alta depreciación.

En muchos casos que he revisado, me he encontrado con capitales altos en equipos electrónicos de mas de 10 años de antigüedad, que ya no tenían ningún valor. Si esto ocurre, se puede pedir a la compañía que te devuelva la parte proporcional de prima correspondiente a estos equipos que, en caso de siniestro, no obtendrían indemnización alguna.

Otro apartado a revisar son las existencias. Mercancías objeto de nuestro negocio que entran y salen de nuestra nave de producción o almacén. Estas existencias se pueden valorar a un coste medio con un cierto margen si no tienen mucho movimiento, pero si la circulación es alta tenemos que medir su valor en fracciones mas cortas de tiempo para garantizar en todo momento un capital actualizado si ocurre un siniestro. En estos casos podría interesar asegurar estas mercancías a valor flotante.

Pero siempre puedes comunicar a tu mediador o a la compañía cualquier variación importante en tu Contenido y asegurarte de que todo está perfectamente cubierto.

Recuerdo un cliente que tenía un taller de reparación de vehículos con un contenido de existencias de terceros de 100.000 euros (coches que se dejan guardados en su local para su reparación hasta su entrega). Habíamos calculado el capital según el perfil del cliente, con un coche de entre 1 y 5 años y un valor venal medio de 20.000 euros por coche. El aforo de vehículos era de tan sólo de 5 coches que, a una media de 20.000 euros por coche, nos daba el capital declarado. Me aseguré de que entendiera la importancia de tener este contenido actualizado y que, si se producía una variación importante, me lo comunicara a la mayor brevedad posible para hacer los ajustes necesarios.

Un día entró en su taller un coche de alta gama para su reparación. No te voy a decir la marca, pero era de esos coches que te hacen volver la cabeza. El taller fue cerrado como cada noche y a la mañana siguiente mi cliente se encontró con el cierre destrozado y el vehículo en cuestión había desaparecido.

Os cuento por encima lo que pasó, redondeando las cifras para su mejor comprensión.

Informe del perito:

Valor preexistente de vehículos: 200.000 euros.

Valor declarado en póliza: 100.000 euros.

Valor vehículo robado: 100.000 euros.

Indemnización propuesta: 50.000 euros.

Ya sabemos como se aplica la regla proporcional ¿verdad? Mi cliente no lo va a olvidar nunca.

Si mi cliente, según entraba el vehículo en su taller, me hubiese llamado para informarme que se iba a quedar ese vehículo para reparar, yo habría hecho un suplemento por ampliación de capital y el siniestro habría quedado cubierto al 100%.

Además de los capitales, existen otros factores que debes revisar. Por ejemplo, en el apartado de Responsabilidad Civil, garantía que suele estar presente en la mayoría de pólizas de empresa, tienes que tener identificada la variable utilizada para el cálculo de la prima. En muchos casos es el volumen de facturación y se suele comunicar a la compañía tan pronto como es conocido, normalmente después del cierre de cuentas del año. Igual que ocurre con los capitales de Continente y Contenido, si el dato declarado fuese menor al real, la compañía podría aplicar también la regla proporcional. Si el dato es el de número de empleados, instaladores o cualquier otro referido a personas, el proceso es el mismo. Nuestras declaraciones deben corresponderse con la realidad en todo momento, pues el siniestro no avisa.

Modalidad a Primer Riesgo

Para evitar en lo posible la aplicación de la regla proporcional, muchas compañías han incorporado en sus pólizas la modalidad de contratación a Primer Riesgo.

Esta modalidad de contratación elimina la regla proporcional.

Por ejemplo, si tu empresa tiene toda la fachada de cristal, asegurar toda esa superficie a valor total puede ser muy costoso. Lo más común es que se rompa un cristal de vez en cuando pero, salvo que ocurra un evento realmente importante, como un terremoto o una gran explosión, la probabilidad de que se rompan en un sólo siniestro todos los cristales a la vez es mínima. Lo que se suele hacer es asegurar un capital a primer riesgo, por ejemplo 6.000 euros, que puede ser el coste máximo de uno de los elementos, de manera que cada vez que se rompa un cristal tenemos hasta 6.000 euros para reponerlo, independientemente del coste de todos los cristales. Con este acto minimizamos la prima de seguro y evitamos la aplicación de la regla proporcional, pues el dato del coste global no se tiene en cuenta.

Algunas compañías aplican esta modalidad también al Continente de edificios muy grandes, lo que les permite un importante ahorro en primas.

Regla de Equidad

Otra cosa que debemos revisar en nuestros seguros es nuestra declaración en el momento de la suscripción y si ésta ha podido variar con el tiempo.

Cualquier aspecto que afecte de forma directa a la prima que nos están aplicando, como por ejemplo las medidas de seguridad contra robo e incendio y las circunstancias externas a nuestro negocio, que han podido cambiar y que hacen que nuestro riesgo disminuya o aumente.

Si declaramos que tenemos alarma conectada con la policía, por poner un ejemplo, y pasado un tiempo decidimos darla de baja, tenemos que comunicárselo a la compañía. Ten en cuenta que la existencia de alarma produce un descuento directo en la prima. Si se produce el siniestro y se comprueba que realmente no tenías alarma, la indemnización que te corresponda será minorada proporcionalmente a la diferencia del valor de prima descontada.

Si la nave contigua a tu negocio era una nave vacía y ahora se ha instalado un aserradero debes también comunicárselo a la compañía, pues el riesgo de incendio es mucho mayor ahora.

Estos son sólo algunos ejemplos, pero hay muchos casos mas en los que podrías estar en riesgo de sufrir la aplicación de esta regla. La solución es estar alerta y comunicar cualquier cambio a tu compañía.

Modalidad en Multisituación

Esta modalidad de contratación está especialmente indicada para empresas que disponen de varios riesgos, ya sean naves de producción, almacenes u oficinas.

Hasta ahora, lo mas común era contratar un seguro por cada riesgo, pero existe la posibilidad de asegurar todos los riesgos en una sola póliza sin perder calidad en el producto.

Lo que buscamos con esta alternativa es ahorrar costes. Cada cobertura y sus límites tiene un coste mucho mas alto cuando la contratación se realiza a través de pólizas independientes, porque deben garantizar cada límite individualmente con la aplicación de la prima establecida y las posibles primas mínimas estipuladas en el condicionado.

En el sistema multisituación estos límites son globales, para todos los riesgos, y son normalmente los mismos que los establecidos para cada póliza considerada a nivel individual. En realidad funciona como un colectivo. El resultado es que tenemos nuestra empresa, con todos sus riesgos perfectamente asegurada, pero a un coste mucho menor.

Además, algunas pólizas del mercado nos permiten establecer límites de indemnización.Calculamos el valor máximo al que puede llegar un siniestro analizando los riesgos que pueden hacer cúmulo de capitales por su cercanía.

Esta otra herramienta es muy útil en empresas con riesgos dispersos en el territorio porque nos permite limitar coherentemente el capital a indemnizar y con ello bajar aún mas la prima.

Por ejemplo, si tu empresa tiene 10 almacenes y cada uno está en una comunidad diferente, el límite de indemnización que podríamos fijar sería el del almacén de mayor valor. Se puede producir un siniestro en una nave o en siete y cada una de ellos dispondrá de capital suficiente, pues el valor máximo declarado en el límite es el de la nave de mayor capital. He podido revisar casos en los que he podido ahorrar más de un 50% de la prima aplicando esta modalidad de contratación.

Si tu caso es este, te recomiendo que pidas una cotización en multisituación y te sorprenderá el resultado.

Bueno, ¿y ahora qué? ¿Vas a buscar tu póliza de seguro de empresa?

Ve al cajón y revisa tu póliza, porque esta pequeña acción tiene mucho más valor del que te imaginas.

Y si no tienes a nadie que te ayude con estos temas, contacta conmigo.

Pasa un feliz día!!!